Le oyó venir calle arriba. Canturreaba una salmodia incomprensible que le llevaba de un extremo a otro de la calzada. Los pocos peatones que se apresuraban a esa hora por las aceras, cerraban oídos y volvían la cabeza cuando estaban cerca de él. También la nariz. De sus ropas de color indescifrable, se desprendía todo el tufo de la miseria: una mezcla de orines, vino barato y soledad.Cuando estuvo a su altura, ella también intentó fingir que no le veía, distraer la mirada hacia el escaparate de telas que estaba a su derecha, pero antes de que pudiera hacerlo, unos ojos azules, con un brillo absurdo de alegría en la pupila se quedaron detenidos en los suyos. Una boca mellada le sonrió y con una voz tan rasposa como era de esperar le dijo: - ¡Puta vida, desde que vivo en la calle, me estoy volviendo invisible!
viernes, 8 de enero de 2010
INSPIRACIÓN
Ella sale de casa con el bolso vacío. Apenas unas llaves, una hoja de papel, dos o tres sonrisas y una caja con lágrimas. Recorre la ciudad escudriñando los hospitales, las casas en ruinas, las esquinas donde las agujas buscan venas azules y papagayos muertos. Su botín es la ira y la desesperanza, se alimenta del frío y del olor a pena. Se esconde en los ojos de los amantes ciegos, en las bocas de las madres que vuelven una y otra vez a las puertas de los colegios vacíos, en los parques donde los toboganes se han manchado de sangre. Ella sale de casa con el bolso vacío, pero cuando regresa a su guarida húmeda, transporta una mochila oscura con olor a miseria. Se acurruca debajo de la escalera y con la paciencia de una larva hambrienta, va hilvanando palabras en relatos sin titulo, poemas escuálidos que hay que leer a la luz de los espejos rotos. Ella sale de casa con el bolso vacío.
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Paloma G. Poza
viernes, 1 de enero de 2010
Frío
Atravieso el cristal,
diminutos trozos saltan y caen sobre el asfalto
mi sangre se vuele azulada,
deja de hervir, se congela con el frio
Los recojo y pego
con la lengua despacio moldeo formas que están en mi memoria
me corto los dedos y sangro
busco el reflejo pero el cristal es frio, no es sedoso
ya no es transparente
recojo los restos y los dejo en el armario
y olvido.
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Almudena
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